lunes, 13 de noviembre de 2017

Los detalles de la plática entre López Obrador y Monreal en una gasolinera desierta.

Iban en una camioneta y se detuvieron para caminar solos, sin testigos. Se pusieron una semana de plazo.


Fue casi una escena de película. El tramo más áspero de la negociación entre Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Monreal se llevó a cabo en una gasolinera semi-desierta, en una carretera muy cercana a Ciudad Valles, en San Luis Potosí. El líder de Morena no quería que haya ningún testigo de las palabras que debía cruzar con su ex coordinador de campaña.

La reunión que debía comenzar en el horario de la comida se estiró hasta la noche, una vez que López Obrador terminó su primer día de actividades en San Luis Potosí. Una tradición de AMLO, que suele hacer esperar a sus interlocutores varias horas antes de dejarlos subir en su camioneta. 

Cerca de Aquismón -allí fue su último mitin de la jornada del viernes- lo alcanzó Ricardo Monreal y se subió al vehículo. Allí estaba su chofer de confianza y por supuesto César Yáñez, la histórica sombra de AMLO desde que fue Jefe de Gobierno en la Ciudad de México.

Yáñez, ex director de comunicación en DF, jamás se separa del tabasqueño, salvo los días lunes que el líder de Morena se reserva para descansar en su casa de la Roma en la Ciudad de México. O aquella vez que se tuvo que tomar unas "vacaciones" por la filtración de llamadas en medio de la detención de su novia.

No había ningún acompañante del delegado. Aún así, después de un rato de viajar en la camioneta, López Obrador sugirió una parada técnica en una gasolinera, para que puedan ir al baño, comprar algo para beber y comer. La excusa perfecta para conversar de frente y a solas con Monreal.

Los dos bajaron de la camioneta y se alejaron a un costado. Según se pudo saber, allí AMLO le confirmó a Monreal que le ofrecía tres opciones para sellar la reconciliación. La primera es quizás la que más seduce al delegado: la dirigencia nacional de Morena, una vez que arranque la campaña presidencial.

¿Cuáles son las otras dos? Repetir la coordinación de campaña de AMLO, como ya hizo en 2012, y la tercera es la Secretaría de Gobernación, como ofreció públicamente Yeidckol Polevnsky.

Monreal lo escuchó y finalmente le pidió tiempo para pensarlo. Así se lo habían solicitado sus  propios asesores antes de partir. "Hay muchos embarcados en este proyecto, debe volver y platicarnos antes de tomar la decisión", resumieron desde el búnker en la Cuauhtémoc.

López Obrador le respondió a Monreal que ya no había mucho tiempo, pues el 20 de noviembre debe presentar su Proyecto Alternativo de Nación y los primeros días de diciembre -se estima que será el 15- anunciará a su potencial Gabinete. Acordaron entonces que en una semana debían tomar una decisión.

El problema efectivamente es de tiempos. Como explicó este medio, el reloj fue acorralando a Monreal. El delegado preferiría la candidatura del Frente Ciudadano, pero aunque consiguió los apoyos del PAN, de Dante Delgado y de algunas tribus perredistas, no logra avanzar en una negociación con Miguel Ángel Mancera y Alejandra Barrales, sumergidos ellos en su propia interna.

"Más vale Morena en manos que mil Frentes volando", repetían desde hace días en el grupo más dialoguista del monrealismo. "Es cierto que la candidatura del Frente sería lo ideal, pero hasta ahora lo único concreto es la triple oferta que hizo AMLO", agregaron en pláticas con esta redacción.

¿Por qué los tiempos son claves en esta resolución? Sencillo: varias tribus del PRD afirman que a Barrales sólo podrán bajarla de la pelea una vez que deje la dirigencia nacional del Sol Azteca, y eso ocurrirá recién el 11 de diciembre. Recién en ese momento podrían negociar una candidatura de consenso con Monreal. "No podemos esperar tanto", dicen en el entorno del delegado.

Pero no todos están conformes con la posibilidad de volver al rebaño de Morena. "Nos la pasamos diciendo que era una cuestión de dignidad y que era una lucha por la democracia interna. ¿Cómo vamos a explicar que nos quedamos?", argumentaron otros de los asesores del zacatecano.  

Los próximos 7 días serán claves. Algunos caciques del PAN y del PRD ya intentan organizar una cumbre con Mancera, sobre todo por la poca confianza que le tienen a Barrales. "Si ese fuese el escenario final, Claudia Sheinbaum pasará por encima de Alejandra. Nuestras chances serían prácticamente nulas", afirman desde varias corrientes.

Fuente: LPO